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Cultura y Tradición

La importancia de las haciendas en México

La “hacienda” era una palabra que se refería a un “conjunto de bienes” y fueron un complejo socioeconómico autosuficiente que, en la mayoría de los casos…

La historia y rincones de México son tan amplios que jamás acabaríamos, siempre podemos encontrar algo nuevo y maravillarnos, pero una de las cosas que usualmente pasamos por alto son las haciendas.

Estas construcciones forman parte de la identidad nacional. Sus muros están llenos de historias de las vidas de los que las habitaron: trabajadores, familias, animales, todos sus visitantes, etc… Y aunque en la actualidad estas edificaciones ya no tienen la importancia económica de otros tiempos, muchas de ellas están abiertas al que quiera explorar y dejarse maravillar.

La “hacienda” era una palabra que se refería a un “conjunto de bienes” y fueron un complejo socioeconómico autosuficiente que, en la mayoría de los casos, se encontraba formado por un núcleo poblacional denominado Casa Grande o Casco en la que vivía el hacendado con toda su familia y otras casas más modestas destinadas al personal de confianza de la hacienda, como el administrador, el mayordomo y algunos capataces.

Por la actividad a la que se dedicaban, podemos diferenciar cinco tipos de haciendas: azucareras, cerealeras, ganaderas, pulqueras y las haciendas de productos tropicales. 

Las haciendas azucareras se ubicaban en su mayoría en lo que ahora es Morelos, Veracruz y Michoacán y requerían de fuertes inversiones monetarias y de mano de obra, contaban con acueductos, acequias y canales.

Las cerealeras se localizaban en Puebla y Guanajuato y producían principalmente trigo, maíz y, en menor cantidad, cebada. La región de mayor producción de grano fue Atlixco.

Por otra parte, las haciendas ganaderas criaban ganado bovino, equino y mular, que comercializaban como animales de tiro, de montura, de carga y también utilizaban la carne, el sebo y las pieles para abastecer a las ciudades. Se encontraban en Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Guerrero y Veracruz.

Las haciendas pulqueras se encontraban principalmente en Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Veracruz, donde primero se empezó a producir pulque para el consumo local y posteriormente se hizo la producción masiva para mandar bebidas alcohólicas a España y comercializarlas en centros urbanos en México.

Por último, las haciendas de productos tropicales, las cuales estaban en zonas de Oaxaca, Guerrero, Colima, Tabasco, Yucatán y Chiapas se encargaban del cacao.

Actualmente son sitios que vieron pasar la Independencia y la Revolución, que están llenos de historia y en donde se ha invertido en restaurar para preservar el patrimonio cultural e histórico de México. Además, se tiene el registro de que actualmente hay 2,500 cascos de ex haciendas en distintos grados de conservación.

¿Quieres venir a la Hacienda de Caltengo y que te contemos más sobre nuestra historia mientras das un recorrido o disfrutas de una rica comida en compañía de tu familia?

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